miércoles, 3 de mayo de 2017

EL PRINCIPE FELIZ - Oscar Wilde



INTRODUCCIÓN 

Oscar Wilde es recordado no sólo por sus excelentes obras, como El retrato de Dorian Grey o La importancia de llamarse Ernesto, sino también por sus famosas frases, cargadas de ironía y sarcasmo. Le tocó además sufrir la intolerancia sexual de la época victoriana, que lo llevó a la cárcel y a una muerte prematura. Uno de los personajes públicos más polémicos y llamativos de su época, continúa fascinando a los lectores de hoy, por lo que conviene repasar su vida y obra.
Nació el 16 de octubre de 1854, en Dublín, Irlanda (cuando todavía formaba parte del Reino Unido). Su padre, William, fue un exitoso médico y su madre, Jane, una mujer muy interesada en las artes. Wilde tuvo un hermano, y una hermana que murió siendo niña. Se educó en prestigiosas universidades de Dublín y Oxford, especializándose en los clásicos griegos.
En 1884 se casa con Constance Lloyd, con quien tiene dos hijos. La familia se instala en Londres, y Wilde escribe durante los siguientes once años varias obras, aumentando su éxito literario. Por un par de años dirige, además, una revista femenina.
Wilde publicó El príncipe feliz y otros cuentos en 1888, y escribió regularmente historias de hadas para las revistas. En 1891 se publicaron dos colecciones más, El crimen de Lord Arthur Savile y otras historias, y en septiembre Una casa de granadasn.  que fue dedicada a su esposa. El retrato del señor W.H., que Wilde había comenzado en 1887, fue publicado por primera vez en Blackwood's Magazine en julio de 1889. Es una historia corta, que relata una conversación, en la que se discute la teoría que dice que los sonetos de William Shakespeare, fueron escritos por el amor del poeta hacia el actor joven Willie Hughes. La única evidencia para esto, son dos juegos de palabras que se suponen, están dentro de los sonetos. El anónimo narrador es al principio escéptico, luego creyente, y finalmente galantea con el lector; concluye diciendo: «Hay realmente mucho que decir de la teoría de Willie Hughes sobre los sonetos de Shakespeare». El hecho final y la ficción se han fundido entre sí. «Tú debes creer en Willie Hughes; yo casi lo hago.» le contó Wilde a un conocido.
El príncipe feliz es un cuento de hadas escrito por el poeta, escritor y dramaturgo irlandés Oscar Wilde. Fue publicado por primera vez en 1888 en El príncipe feliz y otros cuentos. Fue escrito dos años después de haber nacido el último hijo del autor, Vyvyan Holland. El cuento es una obra educativa moralista, la cual intenta transmitir un mensaje de valores y principios éticos en niños y adultos.
El cuento tiene un narrador obniaciente, sabia los sentimientos de los personajes. El cuento se maneja en tiempo pasado, habla por cosas que sucedieron, es decir, hechos del pasado. Tiene un ambiente físico, psicológico y social, en el físico es un ambiente abierto porque muestra una catedral, las casas de la ciudad, la plaza, etc. En el psicológico demuestra la tristeza, felicidad, porque los ciudadanos estaban tristes porque no tenían dinero y luego cuando la golondrina les lleva las joyas el príncipe se ponen muy felices. En el social se distingue un ambiente en pobreza, porque no tenían dinero, es decir tenían problemas económicos.
El cuento tiene 13 personajes, cuenta con varios valores como lo son la solidaridad, el amor al prójimo, la justicia social, la dignidad humana, el valor de la persona más allá de las apariencias y el aspecto exterior. El mensaje del cuento no está claro pero si oculto en la trama y en la actitud de renunciamiento del protagonista en pos del bienestar de sus semejantes; es un mensaje formativo. Y como en todo cuento maravilloso, en el desenlace se premia el buen desempeño de los protagonistas: el ángel lleva a dios las dos cosas más valiosas de la ciudad: el corazón de plomo y la golondrina muerta y este les concede la vida eterna en el paraíso.



DESARROLLO

Es la historia de una estatua que yacía en lo  más alto de la ciudad, cuya estatua era admirada por todos, desde los niños hasta los más altos representativos de la ciudad, como el alcalde. Hasta un hombre fracasado, que lloraba al ver a la estatua tan feliz y decía, si existe en el mundo alguien completamente feliz.
Cierto día voló una golondrina a la ciudad, sus compañeras habían volado a Egipto, pero ella se quedó por estar muy enamorada de un junco que estaba en un río. Pero se dijo, a mí me gusta viajar, el que me ame también le debe gustar viajar, se lo preguntó al junco si estaba dispuesto a viajar con ella, el junco meneó la cabeza. Y ella le dijo te has burlado de mí, y se fue volando a la ciudad y llegó en la noche y viendo la estatua de, EL PRINCIPE FELIZ, voló hacia él, y se posó en los pies de la estatua. Al colocar la cabeza bajo su ala, una gota y luego otra gota cayo en su encima, aunque no había nubes que anunciara llover, es extraño se dijo, cuando estuvo a punto de volar, levanto la cabeza y vio lo ojos del príncipe feliz, llenos de lágrimas, quien eres le pregunto, soy el príncipe, y porque lloras.
El príncipe le relato su historia,  que cuando fui hombre, disfrute de una vida sin preocupaciones, comiendo y  jugando. Hasta que morí, y ahora desde aquí puedo ver la miseria de mi ciudad. Veo una mujer costurera muy pobre, tiene su hijo enfermo, y él le pide naranjo, y ella le da agua de río. Llévale el rubí de mi espada, no puedo, me voy a Egipto, respondió la golondrina, quédate una noche para ser mi mensajera, la golondrina aceptó y tomó el rubí de la espada de, EL PRINCIPE FELIZ y lo llevo en el pico hasta la casa de la pobre mujer, se lo dejo en la mesa y regresó y  contó lo sucedido al príncipe.
A la mañana siguiente la golondrina voló al río se tomó un baño, y regresó en la noche hacia el príncipe feliz, dispuesta a realizar el viaje a Egipto, le pregunto si tenía un mensaje, el príncipe feliz le respondió, golondrinita quédate una noche más, no puedo respondió la golondrina, al otro lado de la ciudad hay un joven en una buhardilla, que se esfuerza por terminar de escribir una obra para el director del teatro; pero no terminara porque no tiene luz en su cuarto, y el hambre lo ha rendido. Mis ojos son dos zafiros, Llévale uno, él lo venderá; no puedo hacer eso, dijo la golondrina y se puso a llorar, pero como el príncipe insistió, arranco el zafiro y se lo llevó a casa del joven, entrando por el techo y se lo dejo sobre un ramo de violetas.
Al día siguiente la golondrina voló hacia el puerto, y regresó en la noche para despedirse de, el príncipe feliz, más éste le rogó que se quedara una noche más, añadiendo que en la plazoleta una niña vendedora de fósforos llora, producto de que los fósforos se le han caído en el agua, y si no lleva plata a su casa, su padre le pegara. Arráncame el otro zafiro, de mi otro ojo y llévaselo, así lo hizo la golondrina y se lo llevo a la niña, y luego dijo ahora nunca me iré,  tienes que ir a Egipto dijo el príncipe, no iré a ninguna parte y se echó a dormir en los pies de, EL PRINCIPE FELIZ. A la mañana siguiente la golondrina, se posó en los hombros de, el príncipe feliz, y le relato muchas historias que había visto en diferentes lugares.
El príncipe feliz le mando volar sobre la ciudad, y a su regreso le conto, lo que vio, muchos niños pobres que mueren de hambre, otros duermen bajo un puente, el príncipe feliz, le pidió que le quitase todo el oro que tenía cubierto su cuerpo, y se lo diera a los niños pobres, y así lo hizo la golondrina, el príncipe feliz, quedando sin brillo ni belleza.
Cuando llegó la nieve, y después el hielo, el frio era insoportable; La golondrina tenía frio cada vez más, e intentaba calentarse, batiendo las alas, picoteaba las migas a la puerta del panadero, hasta que no soporto más y le dijo adiós príncipe, me alegra que te vayas a Egipto, has permanecido mucho tiempo aquí respondió EL PRINCIPE FELIZ. No iré a Egipto sino a la morada de la muerte y cayo muerta a los pies de, el príncipe feliz.
El alcalde al ver la estatua, que ya no desprendía belleza, dijo esta hecho un pordiosero, lo derribaron y los fundidores, fundieron la estatua de metal, pero el corazón de plomo del príncipe, no pudieron fundirlo y lo arrojaron a la basura, donde yacía la golondrina muerta.
Presenta una cruda caricatura de la vida en Inglaterra a fines del siglo XIX, donde las diferencias sociales eran muy marcadas: la nobleza vivía en sus palacios rodeados de lujo  y riquezas mientras  el pueblo sufría hambre y frío. Esta es la relación  que existe entre la Revolución Industrial y "El príncipe feliz": Wilde muestra con crudeza la marginación y la injusticia social en que está sumido el pueblo trabajador (proletariado), recordemos que la industrialización se originó en Inglaterra (donde vivió Wilde la mayor parte de su vida) y luego se extendió por toda Europa. Wilde en toda su obra fue un gran crítico de la sociedad en que vivió, en particular de la aristocracia, de su hipocresía y de las grandes diferencias sociales. Es un relato muy triste, pero que –como todo cuento maravilloso- tiene un final feliz.
La historia del príncipe feliz es un cuento de miseria y tristeza tras tantas alabanzas de ser una estatua hermosa e inconfundible esta no es feliz. Con la llegada de una golondrina decepcionada del amor y retrasada en emprender su viaje al Nilo llega a la ciudad del príncipe y creyendo que está lloviendo descubre que el príncipe está llorando, lo que nos llevará a que ella en realidad le ayude con el problema que tiene o no.
Al príncipe feliz lo halagan por su belleza y por la felicidad que demuestra, pero en realidad el príncipe no es feliz, nunca se había dado cuenta de la vida de su pueblo así que  le pide a la golondrina que no le deje sólo con su sufrimiento.
Luego de suplicarle el príncipe feliz   a la golondrina que se quede una noche y otra noche más, le pide que le arranque todas sus piedras preciosas y el oro que lo hacía bello y se los entregara a toda la gente que viera que sufriera por ser pobres para que así pudieran ser felices. Al quedarse ciego el príncipe le pide a la golondrina que ella vea por él a su pueblo así que ésta al ver su sufrimiento decide quedarse para siempre con él.
El climax del cuento después de la llegada del fuerte invierno la golondrina empieza a sentirse cada vez más mal hasta morir pero antes de su muerte le confiesa al príncipe que le ama y él también a ella. Perdiendo su belleza física el príncipe es catalogado por el alcalde después de verlo como pordiosero.
El mensaje del cuento no está explícito pero sí subyacente en la trama y en la actitud de renunciamiento del protagonista en pos del bienestar de sus semejantes; es un mensaje formativo. Y como en todo cuento maravilloso, en el desenlace se premia el buen desempeño de los protagonistas: el ángel lleva a Dios las dos cosas más valiosas de la ciudad: el corazón de plomo y la golondrinita muerta y éste les concede la vida eterna en el Paraíso. Dios lo felicitó por su elección y dispuso que el pajarillo cantara para siempre en el jardín del Paraíso y el Príncipe Feliz ensalzara su ciudad de oro.
Este cuento, por sus características, es de un valor incalculable para trabajar en la Educación en cualquiera de sus niveles,  valores como la solidaridad, el amor al prójimo, la justicia social, la dignidad humana, el valor de la persona más allá de las apariencias y el aspecto exterior.
Se deriva de un príncipe que vivía en el palacio de Sans-Souci, “...donde no se permitía la entrada al sufrimiento...”. Durante el día jugaba con sus compañeros en el jardín y de noche abría el baile en el gran salón. Una altísima pared le impedía ver lo que había del otro lado. Sus cortesanos lo llamaban el Príncipe Feliz y él pensaba que lo era “...si el placer es la felicidad...” Cuando murió, colocaron su estatua en una columna en lo más elevado de la ciudad, desde donde podía ver toda la miseria y fealdad de su pueblo y desde entonces su corazón de plomo no hacía sino llorar. Pero en su vida tan triste irrumpió una pequeña golondrina, que había abandonado a sus amigas que partieron para Egipto, porque se había enamorado de un junco. Finalmente se queda junto al príncipe para ayudarle a disminuir la pobreza de ese lugar con el desapego de los adornos que poseía la estatua.
El Príncipe Feliz” es un hermoso cuento maravilloso, donde Wilde apela a la atemporalidad y a una ubicación espacial extrapolada de contextos familiares, para brindarnos una historia que se mantiene vigente actualmente, ya que los valores que trasunta son suficientes para que los siglos sigan perpetuándolos.
Cabe mencionar que estas características del cuento (atemporalidad, el espacio no definido) sumadas a otras mencionadas anteriormente, como las fórmulas reiteradas y los mensajes moralizantes, nos hacen pensar en lo semejante que es a un cuento de hadas. Sin embargo hay grandes diferencias: los personajes de “El Príncipe Feliz” tienen una evolución psicológica, en cambio en los cuentos de hadas los personajes se presentan en bloque y no evolucionan, son solo “tipos humanos” contrapuestos. La prosa trabajada de este autor tampoco se asemeja al de los cuentos de hadas, donde predomina un lenguaje oral.
Como mencioné anteriormente, no hay un espacio definido: “en lo más elevado de la ciudad...”, ni un tiempo preciso: “una noche...”Lo único que se menciona con precisión son las estaciones, que van marcando las diferentes etapas del relato: con la primavera llega el amor y con el invierno la muerte.
A comienzos de la primavera, llegó la golondrina y decidió quedarse porque se enamoró de un junco.Cuando conoció al príncipe y éste le solicitó que se quedara una noche más, la golondrina manifestó que ya era invierno y “... la escarcha no tardará en llegar...”
El avecilla se quedó y voló por la ciudad, donde el rigor del invierno se hacía sentir con intenso dramatismo: ”...bajo los arcos de un puente estaban acostados dos niños abrazados para calentarse...”
Llegó la nieve y el hielo y con ellos la golondrina sintió que iba a morir. El desenlace se acelera con el rigor de la temporada invernal. Las estaciones marcan gradualmente el desenlace del cuento.


CONCLUSION.
El género al que pertenece  es narrativo y el subgénero es cuento, ya que se trata de una historia breve con un solo tema, además los personajes son pocos y dan sentido a las acciones presentadas. De acuerdo a la época en que vivió Wilde este cuento está caracterizado por la corriente literaria la cual presenta dos variantes: realismo y naturalismo.

Forma parte del realismo del siglo XIX, que se caracterizó por volcar su atención hacia la realidad cotidiana, dada la difícil situación social que se vivía en Europa en ese momento. Como consecuencia de la revolución industrial, las grandes empresas conocieron una prosperidad sin precedentes. Las actividades comerciales se multiplicaron, pero también aumentaron  las diferencias sociales y económicas. Los artistas del realismo consideraban que el ser humano era producto de su ambiente social. Por eso se desinteresaron de los solitarios héroes románticos y prefirieron observar al hombre en su entorno. En esta obra Oscar Wilde nos muestra un pueblo desigual, con la mayoría del capital en muy pocas manos y con gobernadores incompetentes y ególatras.
La prosa de Wilde es ágil, sencilla y con bastantes adjetivos. El autor incorpora diálogos entre los diferentes personajes, que sólo se interrumpen por pequeños párrafos descriptivos que dan cuenta de los lugares que recorre la golondrina y de la vida triste e indigente de los habitantes del pueblo, a quienes afanosamente quiere ayudar el príncipe.
Algunos párrafos adquieren un profundo dramatismo en la descripción de las escenas. Se puede hallar en ellos algo del romanticismo de Keats, de Hugo y del fatalismo de Poe y Baudelaire.

Adjetivos calificativos, diminutivos, repeticiones, otorgan gran expresividad al cuento. Las fórmulas se repiten, igual que en los cuentos de hadas.
Son frases rimadas, a modo de estribillos, intercaladas en el transcurso del cuento. Estas frases indican el comienzo y el final de cada viaje de la golondrinita ante cada nuevo pedido del príncipe y ayudan a que el  lector se sitúe con mayor facilidad en cada episodio del cuento.
Así mismo la repetición deliberada de algunas palabras, o de frases –a veces rimadas- tiene gran importancia porque provoca resonancias de índole psicológica y didáctica.
Wilde apela a la atemporalidad y a una ubicación espacial extrapolada de contextos familiares, para brindarnos una historia que se mantiene vigente actualmente, ya que los valores que sugiere son suficientes para que se mantengan por siempre.
El cuento tiene los siguientes núcleos narrativos:
Presentación de la estatua del Príncipe Feliz, desafortunado enamoramiento de la golondrina y un junco precioso, encuentro de la golondrina con el Príncipe Feliz y pedidos de la estatua a la golondrina mensajera.
Prevalece en los escritos del autor una tendencia poética a destacar la belleza de las cosas, dando al conjunto de su obra un sello de pureza e inocencia que atrapa al público infantil, razón por la cual el conjunto de su obra es considerado un tesoro de la literatura mundial.
“El Príncipe Feliz” pertenece al mismo período de otros célebres cuentos como “El Ruiseñor y la Rosa”, “El Joven Rey”, “El Famoso Cohete” y otros. En todas estas obras se destaca el empeño del autor en destacar las cualidades y virtudes que siempre deben prevalecer en el hombre, los sentimientos de bondad, verdad y justicia que constituyen los ideales a inculcar en todo niño o joven de cualquier época.





1 comentario:

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